El artículo de esta semana nos habla sobre las consideraciones que debemos al momento de ensamblar las minis que queremos pintar.
Minis, figuras, piezas, modelos, todos son términos usados para calificar nuestras miniaturas, desde la escala heroica de 25 mm pasando por 28 mm, 35 mm, 40mm, 50mm, 60mm, 80mm, la colosal de 120 mm , y la muy poco conocida de 180 mm (todas ellas fundamentadas en los diámetros de las bases de juego) o, de una manera mas practica: pequeña, mediana, grande y “épica” y sus temas, prácticamente todos los que la imaginación nos permite, siempre y cuando exista en un juego.
Ahora bien, este fascinante mundo no escapa de la tecnología y sus avances en el tiempo, desde toscas y pesadas figuras copiadas y vaciadas de manera artesanal en plomo, hasta resinas de ultima generación con una increíble capacidad de registro y detalles en su acabado final usando avanzadas tecnologías en 3D.
Una vez seleccionada y adquirida la mini a ensamblar ¿por donde empezar? Lo primero, ¡abrirla!, siempre sobre la mesa, nunca en un área donde una caída o una pieza que salte, pueda significar su daño o peor aún su perdida.
Los blísters y las cajas a veces son engorrosas para abrirlas y si no se abren adecuadamente, en el mejor de los casos saltan todas las piezas, innumerables han sido las veces donde pequeñas piezas que no le dimos atención por no revisar en detalle han terminado en la papelera o en cajas desechadas.
Una vez que detallamos la mini en el “box art” (Dibujo o ilustración en la caja) y vemos como está conformada, revisamos que las piezas estén completas con su respectiva base, comenzamos por lo básico, estudiarla, ver como se ensambla, revisar su condición y calidad, revisar burbujas, marcas de molde (rebabas), marca de ejectores, excedentes, errores de vaciado o cualquier otra imperfección o algún error durante su corte del “sprue” que tengamos que reparar antes, en cualquiera de sus partes o durante su ensamblado completo. Muchas veces, un acabado excelente en las piezas por separado no es sinónimo de un perfecto ensamblado, eso solo lo podremos constatar mediante el “dry fit”.
Es importante, si de una mini en particular queremos hacer una “pieza de concurso”, revisar su ensamblado en base a su presentación y pintado, las minis pequeñas, previamente pintadas con un primer negro nos permite pasar por alto algunos recovecos no pintados por no poder acceder con el pincel, tomando esto como antecedente debemos preguntarnos ¿Cómo queremos presentar esta pieza? ¿Cómo pieza de juego? ¿en su base? ¿Ambientada en una base pequeña?, Ambientada en una base amplia o mas allá todavía ¿en un diorama? aunque no parezca trascendente, la manera de querer presentar nuestra mini determinará en mucho su ensamblado y pintado.
Si la pose lo permite, podemos pintar la pieza totalmente ensamblada, pero en muchos casos, zonas como bajo los brazos, el área entre el cuello y el tronco, entrepiernas, detrás de las capas o ropaje, cabezas con cascos, yelmos, etc., así como áreas internas del cuerpo como el tronco son complicadas para acceder con el pincel por brazos, armas e inclusive poses que lo obstruyen, por ello el uso del “Dry fit” y “Pineado” para pintar piezas por separado y posteriormente ensamblarlas
De igual forma, si deseamos presentar la mini “ambientada” debemos considerar su ubicación y espacio en dicha ambientación y base, nunca se debe usar una mini ya pintada para posteriormente crear su ambientación, la manipulación de la misma dañaría en muchos casos el trabajo previo de la pintura, e inclusive su ensamblado. Mi recomendación, se estudia la pieza, se ensambla de acuerdo a las posibilidades de pintado, se aplica primer (en la totalidad de la mini ensamblada o en sus partes) e inmediatamente después, hacer la ambientación en el terreno y la presentacion de la mini en el mismo.